Niveles prolongados de estrés, miedo e incertidumbre contribuyen al desequilibrio de nuestro sistema endocrino y nuestro sistema nervioso autónomo, que a su vez afecta negativamente a nuestra función inmune. También el aislamiento y ser alejado de las actividades sociales en momentos de dificultad contribuye a perturbar nuestra capacidad de adaptación y nuestra resiliencia e integridad. Desarrollar un sentimiento de seguridad […]